Mind-Body Healing

Ansiedad: un silencio que necesitamos romper

January 24, 20254 min read

Los números no mienten: si 1 de cada 4 adultos experimenta ansiedad, ¿por qué seguimos callando?

Imagina que te encuentras en tu cama lista o listo para dormir y, de forma repentina, suena la alarma de tu casa. Tu corazón se acelera, tu respiración se agita, las manos sudan y tu cuerpo te pide salir corriendo para ponerte a salvo. Revisas todo y descubres que no hay peligro: la alarma ha fallado.

Ahora imagina que esto sucede todos los días, en cualquier momento. Así es como muchas personas viven la ansiedad: una alerta constante que agota la mente y el cuerpo.

Esta fue la experiencia de Melissa, quien notaba cómo esa alarma interna se activaba sin razón alguna. Ella buscaba ayuda en su círculo cercano, pero solo recibía frases como: “cámbiala”, “no le prestes atención”, “ya verás que pronto se arregla”. Respuestas que, lejos de aliviar, aumentaban el sentimiento de incomprensión.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 359 millones de personas en el mundo han experimentado algún trastorno de ansiedad, y un 4.4 % lo padece actualmente. Sin embargo, solo 1 de cada 4 recibe el tratamiento adecuado.

1. El panorama global que no podemos ignorar

La ansiedad es hoy el trastorno mental más común

La ansiedad es hoy el trastorno mental más común. Durante la pandemia de COVID-19, la OMS reportó un aumento del 25 % en los casos, afectando especialmente a mujeres y jóvenes.

Aun con estas cifras alarmantes, el acceso al tratamiento psicológico sigue siendo limitado. Las principales razones: el estigma, la falta de información y la creencia equivocada de que la ansiedad “se cura sola”.

2. Las raíces del silencio

Las raíces del silencio en la ansiedad

Si pensamos en nuestra cultura, recordamos frases como:

“Los trapos sucios se lavan en casa”.

“Del árbol caído todos hacen leña”.

“Ojos que no ven, corazón que no siente”.

Estas expresiones nos han enseñado a callar, a enfrentar el dolor en silencio. El Ministerio de Sanidad de España explica que el estigma en la salud mental surge de creencias erróneas heredadas de generación en generación, manifestándose en prejuicios, estereotipos y discriminación.

Así, muchas personas normalizan los síntomas y viven atrapadas en la trampa de la ansiedad: tres de cada cuatro no buscan ayuda profesional, esperando que el malestar desaparezca solo.


3. La trampa de la ansiedad

La trampa de la ansiedad

Quienes viven con un trastorno de ansiedad suelen describirlo como estar presos en su propia mente. La preocupación constante y la tensión física se convierten en rejas invisibles que limitan la vida.

Sin atención adecuada, la ansiedad puede llevar al aislamiento social, afectar la vida laboral y deteriorar la salud física y emocional. La ansiedad no es solo “nerviosismo”: es un ciclo que se mantiene hasta que encontramos las herramientas correctas para liberarnos.

4. Rompiendo el silencio

Rompiendo el silencio de la ansiedad

La primera herramienta para romper el silencio es el conocimiento. Hablar de trastornos de ansiedad nos permite normalizar el tema y derribar los mitos que alimentan el estigma.

El DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) clasifica los trastornos de ansiedad como aquellos donde prevalece el miedo y la preocupación excesiva. Estos síntomas pueden presentarse a nivel:

  • Físico: taquicardia, sudoración de manos, tensión muscular, hiperventilación.

  • Cognitivo: pensamientos automáticos como “voy a perder el control” o “esto nunca se va a detener”.

  • Conductual: conductas de evitación, aislamiento social, dificultad para mantener relaciones interpersonales.

    Nombrar la ansiedad, reconocerla y hablar de ella es el primer paso para sacarla de la clandestinidad.


5. Herramientas para la libertad

Herramientas para la ansiedad

Si al leer estas líneas sientes que te identificas o piensas en alguien cercano, ya diste el primer paso: reconocer la situación.

En Mente Plena, clínica psicológica en Antigua Guatemala, acompañamos este proceso con un plan de tratamiento personalizado, diseñado según la sintomatología y las necesidades de cada persona.

Mientras tanto, puedes empezar con pequeñas acciones de autocuidado:

  • Practicar ejercicios de respiración y relajación.

  • Escribir en un diario los pensamientos frecuentes y cuestionar su veracidad.

  • Transformar los pensamientos críticos en versiones más amables contigo mismo.

  • Hacer actividad física para liberar tensión acumulada.

  • Priorizar actividades que fomenten tu bienestar emocional.

Estos pasos no sustituyen la terapia, pero sí te acercan a un camino de mayor calma y equilibrio.


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6. Conclusión: hablar es sanar

Hablar es sanar

La ansiedad no es un signo de debilidad ni algo que deba vivirse en silencio. Hablar de ella, buscar ayuda y compartir la experiencia es una forma de liberación.

En Mente Plena creemos que cada persona merece vivir con bienestar. Nuestro equipo de psicólogos especializados en ansiedad en Antigua Guatemala está listo para acompañarte en el proceso hacia una vida más tranquila, plena y libre.


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